Las muelas del juicio tiene una mala fama perfectamente ganada porque en general además de molestar al salir y al quedarse a medio salir, cuando lo logran, si lo logran, en bocas pequeñas sobre todo, enseguida hacen caries porque al estar tan al fondo de la boca son difíciles de cepillar.
Es decir, frecuentemente duelen al salir y duelen si tienen caries.
Además, las que son muy grandes o salen parcialmente pueden provocar un desalineamiento, apretamiento o apiñamiento de los dientes e incluso las que salen torcidas pueden provocar lesiones en las muelas vecinas.